Ingredientes y recetas de pizzas caseras

Receta ↓ Ángela Solar

Prepara una deliciosa pizza casera con nuestros ingredientes y recetas! Con una base crujiente y una salsa sabrosa, tu pizza casera será la envidia de todos tus amigos. Agrega tus ingredientes favoritos, como pepperoni, champiñones o cebolla caramelizada, para darle un toque personal. ¡Anímate a probarlo!

Tus ingredientes imprescindibles

Para dar vida a tu pizza casera, necesitarás una selección de frescos y de primera calidad. Empecemos por la base: una harina especial de trigo que garantiza una textura esponjosa y crujiente. La levadura, ese pequeño gran héroe, será la encargada de que tu masa alcance la perfección. No podemos olvidarnos de la salsa de tomate, preferiblemente casera; es la base de tu pizza y el comienzo de un sinfín de sabores.

El queso, ¿qué sería de una pizza sin él? Ya sea mozzarella, provolone o una mezcla de tus favoritos, asegúrate de que sea de la mejor calidad para conseguir ese irresistible punto fundente. Y para terminar, los ingredientes del relleno que harán que sea única: desde el clásico pepperoni hasta combinaciones más atrevidas como pera y gorgonzola, o ¿por qué no? unas deliciosas verduras a la parrilla. ¡Anímate a experimentar y encuentra tu mezcla ganadora!

¡Comencemos con la base más importante de nuestra pizza casera!

1. Mezcla de los ingredientes secos: En un bol grande, combina la harina y la levadura. Si eres como yo y te encanta el aroma de la harina fresca, no dudes en ponerte los guantes y mezclarlos a mano.

2. Incorporación de los húmedos: Añade el agua tibia y el aceite de oliva a la mezcla de harina y levadura. Mezcla todo hasta que los ingredientes se integren bien. Recuerda, la clave está en mezclarlos bien para obtener una textura suave y elástica.

3. Amasado y reposo: Mezcla durante unos minutos hasta que quede lisa y homogénea. Luego, déjala reposar en un bol cubierto con un paño húmedo durante aproximadamente 1 hora, o hasta que doble su tamaño. No te inquietes si no sube tan rápido como esperabas; la paciencia es clave para lograr la perfección.

¡Nada como una salsa casera para darle sabor a tu pizza! Es rápida y fácil de hacer, y estoy segura de que una vez que la pruebes, nunca volverás a comprar salsa envasada.

Recuerdo cuando era niña y mi abuela me enseñó a hacer salsa desde cero. ¡El olor a tomates frescos y ajo salteándose en la sartén era simplemente intoxicante! Desde entonces, siempre la hago para mis pizzas caseras.

1. Salteado de los tomates y ajo: En una sartén grande, calienta un chorrito de aceite de oliva a fuego medio-alto. Añade los tomates cortados en dados y los dientes de ajo enteros. Saltea durante unos minutos hasta que los tomates estén blandos y el ajo esté fragante.

2. Agregar hierbas y especias: Añade las hierbas y especias de tu elección. Yo suelo usar orégano, albahaca y una pizca de azúcar para equilibrar la acidez de los tomates. ¡Pero no dudes en experimentar con tus propias combinaciones de hierbas y especias!

3. Cocción hasta obtener la consistencia deseada: Cocina la salsa a fuego lento durante unos 15-20 minutos, o hasta que alcance la consistencia deseada. Si prefieres una salsa más fina, puedes triturarla con una batidora de inmersión o pasarla por un tamiz. ¡Y listo! Tienes una deliciosa salsa casera para tu pizza.

¡Llegó el momento más divertido y creativo de preparar tu propia pizza! Siempre disfruto estirando la masa y eligiendo los ingredientes del relleno.

• Estirado: Aunque puedes usar un rodillo, te recomiendo estirarla a mano para conseguir una textura más auténtica. Simplemente coloca sobre una superficie enharinada y presiona suavemente con los dedos, expandiéndola hacia afuera desde el centro. ¡No te preocupes si no queda perfectamente redonda!

• Untado de la salsa de tomate: Ahora, extiende generosamente la salsa de tomate casera sobre la masa. Recuerda que la salsa es el corazón de tu comida, así que no escatimes en ella. Además, si te gusta un toque de acidez extra, puedes añadir unas gotas de vinagre balsámico.

• Agregar el queso y los ingredientes de relleno: Es hora de añadir tu queso favorito y los ingredientes que hayas elegido. Empiezo por el queso y después agrego el resto encima. Si quieres que tu pizza tenga un toque crujiente, puedes añadir un poco más de queso al final. ¡No te limites a los ingredientes tradicionales! Pruébalos con frutas, verduras o incluso carnes exóticas para crear tu propia combinación ganadora.

¡Ahora llega mi parte favorita! Precalentar el horno a la temperatura más alta posible, generalmente entre 250 y 270 grados Celsius. Si tienes una piedra para hornear, ¡aún mejor! Colócala en el horno mientras se precalienta para conseguir una base crujiente.

• Precalentamiento del horno: ¡Es esencial para una cocción perfecta! Un horno caliente asegurará que la base se dore y cocine rápidamente, evitando que la masa se empape de salsa y quede blanda.

• Horneado: Desliza sobre una bandeja o directamente sobre una piedra precalentada. Hornea de 8 a 12 minutos, hasta que los bordes estén dorados y cocidos por completo. ¡No olvides vigilarla para evitar que se queme!

Recuerda, ¡la práctica hace al maestro! Con el tiempo, aprenderás a ajustar el tiempo de cocción y la temperatura según tu horno y preferencias personales. ¡Buen provecho!