Pizza caprichosa: receta italiana

Receta ↓ Ángela Solar

¡Descubre el secreto de la pizza caprichosa y enamórate de Italia en cada bocado! Con esta receta, te prometo que prepararás una pizza que dejará a todos pidiendo más, ¡y en tiempo récord!

Desde que descubrí el placer de hornear mi propia pizza caprichosa, no hay fin de semana que no disfrute de su explosión de sabores. Es tan fácil y rápida que se ha convertido en mi plan perfecto para una noche de cine en casa.

Y para completar tu velada italiana, ¿qué tal una tarta de queso al estilo tradicional o una paella mixta que siempre triunfa? ¡Te aseguro que tus invitados quedarán impresionados!

Si te surge alguna pregunta, aquí estoy para ayudarte. ¡Vamos a cocinar juntos la mejor pizza!

Los imprescindibles para tu pizza caprichosa

Para que tu caprichosa sea un éxito rotundo, aquí tienes los ingredientes que no pueden faltar. ¡Manos a la obra!

• Masa – ¿Te atreves a hacerla casera? Te aseguro que el resultado es otro nivel. Pero tranquilo, si el tiempo apremia, una base preparada también puede quedar de lujo. Lo importante es que quede fina y crujiente, ¡como en Italia!
• Salsa de tomate – Si quieres mi consejo, una salsa hecha en casa con tomates maduros es la clave para un sabor auténtico. Aunque, si hoy no es día de aventuras culinarias, una salsa de calidad del supermercado también cumple.
• Mozzarella – No escatimes en la mozzarella; una buena mozzarella fresca es el alma de la pizza. Busca una que se derrita en el horno y se estire al cortarla, ¡esa textura es pura magia!
• Alcachofas – Te recomiendo las alcachofas en conserva, pero asegúrate de escurrirlas bien para que no conviertan tu pizza en una piscina.
• Aceitunas negras – Estas pequeñas joyas son el contraste perfecto con su sabor potente. ¿No te gustan las aceitunas? Pues prueba con unos champiñones, también quedan de maravilla.
• Jamón – Unas lonchas finitas de este ingrediente que se funden con los demás y ¡voilà! Tienes una deliciosa creación que es puro amor.

Preparación de la masa

La masa es el elemento esencial de una típica pizza italiana. Recuerdo la primera vez que intenté hacerla en casa; estaba un poco nerviosa, pero el resultado fue increíble. A continuación, te explico cómo prepararla paso a paso.

El truco para una textura perfecta es emplear harina de fuerza y dejarla reposar por al menos una hora. Esto le dará tiempo a la levadura para hacer su magia y conseguir una textura suave y esponjosa. ¡Te prometo que vale la pena!

1. Mezcla los ingredientes para la masa: 500 g de harina, 300 ml de agua tibia, una cucharadita de levadura seca activa, una cucharadita de azúcar y una cucharadita de sal. Si te gusta experimentar, puedes añadir un chorrito de aceite de oliva. ¡No te olvides de remover bien los ingredientes para conseguir una mezcla homogénea!
2. Amasa la masa durante unos minutos hasta conseguir una textura suave y elástica. No te preocupes si se pega un poco a las manos; eso significa que está bien hidratada. Mi consejo es amasarla sobre una superficie enharinada para evitar que se pegue. Si notas que la masa está demasiado pegajosa, puedes añadir un poco más de harina.
3. Deja que la masa repose y fermente en un bol cubierto con un paño húmedo durante al menos una hora, o hasta que doble su tamaño. Si tienes paciencia, puedes dejarla reposar incluso durante varias horas para conseguir una masa más sabrosa y alveolada. ¡Verás cómo crece! 
4. Estira con un rodillo o con las manos para formar la base de la pizza. Mi consejo es no aplastarla demasiado; una base fina y crujiente es la clave de una buena pizza. Si la masa se resiste al estirarla, déjala reposar unos minutos más antes de volver a intentarlo. ¡Puedes darle la forma que más te guste!

Elaboración de la salsa de tomate: Trucos y consejos

Aquí tienes algunos consejos para preparar una deliciosa salsa de tomate casera:

• Elige tomates maduros. Para obtener un sabor óptimo, elige tomates rojos, maduros y jugosos. ¡La calidad de los tomates marca la diferencia!
• Quita las semillas y la piel. Antes de cocinar los tomates, quita las semillas y la piel para obtener una textura más suave y fácil de digerir. Puedes hacerlo sumergiendo los tomates en agua hirviendo durante 30 segundos y luego en agua fría. La piel se desprenderá fácilmente.
• Cocina a fuego lento. Para permitir el completo desarrollo de los sabores, cocina a fuego lento durante al menos 30 minutos. ¡Paciencia, que la recompensa merece la pena!
• Añade hierbas frescas. Un toque de albahaca u orégano fresco puede realzar el sabor de tu salsa. Agrega las hierbas al final de la cocción para preservar su aroma.
• Tritura según tu preferencia. Si prefieres una salsa suave, tritúrala hasta obtener una textura fina. Si te gusta una salsa con tropezones, puedes dejar algunos pedazos de tomate enteros.

Montaje de la pizza

El momento más divertido de preparar en casa: ¡montarla! Aquí tienes las instrucciones para que tu caprichosa italiana quede perfecta.

Extender la salsa de tomate

Comenzamos extendiendo la salsa de tomate sobre la base de la pizza. Recuerda que menos es más: no necesitas mucho para que el sabor sea rico y sabroso. Me encanta añadir hojas de albahaca fresca para darle un toque de sabor a mi salsa.

Distribuir la mozzarella

A continuación, distribuye la mozzarella por encima de la salsa. Es importante que la mozzarella esté bien repartida para que se funda uniformemente en el horno. Si quieres darle un toque extra, puedes añadir un poco de queso parmesano rallado. Recuerdo la primera vez que preparé una pizza en casa: ¡puse tanta mozzarella que se derritió por todos lados!

Colocar los ingredientes principales

Por último, coloca las alcachofas, las aceitunas negras, los champiñones laminados y el jamón cocido sobre la mozzarella. Asegúrate de distribuir los ingredientes de forma uniforme para que cada bocado sea una delicia.

Si te gusta un poco de picante, puedes añadir unas gotas de picante. Una vez que hayas montado tu pizza caprichosa, ¡estás listo para hornearla y disfrutar de una auténtica experiencia italiana!

Horneado y emplatado

Ahora que has montado tu deliciosa pizza caprichosa, es hora de hornearla y presentarla como un verdadero chef.

Prepárate para el horno a 250 grados y hornea durante 10-12 minutos, o hasta que el queso esté dorado y burbujeante. Recuerda que cada horno es diferente, así que vigila tu pizza para evitar que se queme. Por cierto, siempre la pongo en la rejilla más baja del horno para que la base quede crujiente.

Una vez lista, sácala del horno con cuidado y deja reposar unos minutos antes de cortarla. Esto permitirá que los ingredientes se asienten y la pizza sea más fácil de cortar y servir. Cuando esté lista, corta la pizza en porciones y sirve en platos individuales.

¡Buen provecho! Por cierto, si quieres darle un toque extra, puedes espolvorear un poco de orégano fresco o albahaca por encima justo antes de servir.