Masa de pizza casera: cómo se hace
¡Manos a la masa con la pizza casera! No hay mayor placer que el de extender tu propia masa de pizza, sentir su textura y anticipar el festín que está por venir. Recuerdo la primera vez que me aventuré a prepararla en casa, ¡fue una revolución culinaria!
Te aseguro que hacer tu masa de pizza es tan fácil que te preguntarás por qué no empezaste antes. Y para seguir disfrutando en la cocina, te invito a probar el sabor inigualable de un arroz con bogavante, la dulzura de una tarta de queso con arándanos, o la originalidad de unas albóndigas de bacalao en Thermomix.
¡Es hora de que tu cocina huela a Italia! Sigue unos pasos sencillos y en un abrir y cerrar de ojos tendrás una base perfecta para tus creaciones. ¡Anímate y empieza ya!
Por qué te encantará esta receta
- Autenticidad en tu cocina - Nada se compara con el sabor y la textura de una masa que has preparado con tus propias manos.
- Saludable y natural - Disfruta de una pizza libre de conservantes y aditivos, sabiendo que lo que comes es 100% beneficioso para ti y tu familia.
- Personalización total - Atrévete a experimentar con tus ingredientes favoritos y ajusta la masa a tu gusto, desde el grosor hasta la textura.
Los ingredientes que necesitarás
Para embarcarte en la aventura de la masa de pizza casera, estos son los tesoros que deberás reunir en tu cocina:
- Harina - El alma de la pizza, tu lienzo en blanco. Opta por la harina de trigo de toda la vida o atrévete con la integral para darle un giro saludable a tu creación.
- Levadura - El motor que hará que tu masa cobre vida, esponjosa y aireada. Ya sea fresca o seca, asegúrate de que esté lista para despertar bajo el cálido abrazo del agua tibia.
- Agua - Tierna y tibia, como un día de primavera, es el elixir que activará la magia de la levadura.
- Aceite de oliva - Un chorrito de este oro líquido es el secreto para una masa con carácter, crujiente por fuera y tierna por dentro.
- Sal - La chispa que aviva los sabores, una pizca será suficiente para elevarla a otro nivel.
Preparación de la masa
¡Manos a la obra! Para preparar la pizza perfecta, empezaremos mezclando los ingredientes secos en un bol grande. Una vez integrados, añadiremos el agua y el aceite de oliva. ¡No te olvides de amasar hasta conseguir una masa suave y elástica!
Recuerdo la primera vez que preparé la masa en casa, ¡fue una auténtica revelación! En cuestión de minutos, tu cocina se llenará del delicioso aroma a pizza recién hecha.
No te preocupes si es la primera vez que la haces, ¡es muy fácil! Además, puedes adaptar la receta a tus gustos: añade hierbas aromáticas, especias o incluso un poco de queso rallado a la masa para darle un toque personal.
Una vez lista, ¡prepárate para disfrutar de una masa casera espectacular! Puedes servirla con tus ingredientes favoritos, como tomate, mozzarella y orégano, o atreverte con combinaciones más originales.
¡El secreto de una masa perfecta: El levado!
¡Este es el momento de la verdad! El levado es el paso que marca la diferencia entre una pizza casera y una pizza espectacular.
¡No te preocupes! Aquí tienes todo lo que necesitas saber sobre cómo dejar levar correctamente.
- Forma correcta de dejar levar la masa: Una vez que has amasado tu masa, dóblala suavemente sobre sí misma para formar una bola. Colócala en un bol limpio y engrasado, tapado con un paño húmedo. Esto creará un entorno cálido y húmedo perfecto para el levado.
- Tiempos y temperaturas recomendadas: El tiempo de levado dependerá de la temperatura ambiente. En un ambiente cálido (alrededor de 25°C), tardará aproximadamente 1-2 horas en levar. Si tu cocina está más fría, puede tardar hasta 3-4 horas. ¡Sé paciente! Un levado lento y constante dará como resultado una masa más sabrosa y esponjosa.
¡Truco! Si estás en un apuro, puedes acelerar el proceso de levado colocando el bol en un horno apagado con una taza de agua caliente. La humedad y el calor ayudarán a que la masa suba más rápidamente.
¡No te rindas si tu preparación no sale perfecta a la primera! Como todo en la cocina, el proceso de levado requiere práctica. Con el tiempo, te convertirás en un experto en masas esponjosas y deliciosas.
Estirado de la masa: ¡la parte más divertida!
Llega el momento de darle forma y convertirla en una deliciosa base para tu pizza casera. ¡Es la parte más divertida del proceso!
Recuerdo mi primer intento de estirar la masa, fue todo un desafío. Pero con un poco de práctica, ¡me convertí en una experta! Te aseguro que tú también lo conseguirás.
Sigue estos sencillos pasos para estirar la masa sin romperla:
- Coloca la masa sobre una superficie ligeramente enharinada.
- Empieza a aplastarla suavemente con los dedos, desde el centro hacia los bordes.
- Una vez que haya adquirido forma de disco, levanta los bordes y deja caer sobre la superficie para estirarla aún más.
- Repite este proceso hasta obtener el grosor deseado.
Si prefieres un método más tradicional, puedes usar un rodillo para estirar la masa. Pero te animo a probar el método manual, ¡es mucho más divertido!
Para conseguir el grosor perfecto, recuerda que debe ser lo suficientemente fina como para que los ingredientes se cocinen correctamente, pero no tan fina que se rompa al hornearla. Con un poco de práctica, ¡encontrarás el equilibrio perfecto!
Receta
Masa de pizza casera
Tiempo de preparación: 30 minutos + 1-2 horas de levado
Una masa de pizza casera perfecta para crear tus propias delicias italianas en casa.
Ingredientes
- 500 g de harina de trigo
- 1 sobre (7 g) de levadura seca de panadería
- 300 ml de agua tibia
- 2 cucharadas (30 ml) de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadita (5 g) de sal
Instrucciones paso a paso
- En un bol grande, mezcla la harina y la levadura. Haz un hueco en el centro y añade el agua tibia, el aceite de oliva y la sal.
- Incorpora los ingredientes húmedos a los secos con una cuchara de madera o con las manos, hasta que obtengas una masa homogénea.
- Amasa la masa en una superficie enharinada durante 5-10 minutos, hasta que quede suave y elástica.
- Forma una bola y colócala en un bol engrasado. Cubre el bol con un paño limpio y deja levar en un lugar cálido durante 1-2 horas, o hasta que doble su tamaño.
- Una vez que haya levado, divídela en dos porciones iguales y estírala sobre una superficie enharinada, utilizando un rodillo o tus manos, hasta obtener el grosor deseado.
- Precalienta el horno a 220°C y hornea la pizza durante 10-15 minutos, o hasta que esté dorada y crujiente.
Notas:
- Si prefieres una masa más fina, puedes dividirla en tres porciones en lugar de dos.
- No dudes en añadir tus ingredientes favoritos, como tomate, queso, verduras, carnes y hierbas aromáticas.
- La masa sin hornear se puede congelar hasta por 3 meses. Simplemente envuélvela en plástico y almacénala en el congelador.