Pizza carbonara: receta deliciosa

Receta ↓ Ángela Solar

Descubre el sabor de Italia con la pizza carbonara, una variante exquisita que te enamorará desde el primer bocado. Su perfecta combinación de ingredientes la convierte en una opción ideal para cualquier ocasión, y lo mejor de todo, es que es tremendamente fácil de preparar.

Siempre he tenido un lugar especial en mi corazón para las pizzas con un giro inesperado, como la pizza de chocolate, un capricho irresistible para los amantes del dulce. Y si lo tuyo es la autenticidad, no puedes dejar de probar la auténtica pizza calzone, un clásico que nunca decepciona.

Para aquellos que buscan sabores intensos y auténticos, os recomiendo encarecidamente la pizza de pollo, y cómo no, la famosa pizza argentina, ambas con una personalidad que os cautivará.

En mi cocina, la pizza carbonara es una de las favoritas; su preparación es sencilla y el resultado es siempre un éxito rotundo. Te invito a que la pruebes y compartas tu experiencia con nosotros. ¡Seguro que repetirás!

Los imprescindibles para tu pizza carbonara

Prepárate para reunir los protagonistas de una deliciosa carbonara que te dejará sin palabras. Vamos a ello:

• Masa de pizza – Ya sea que te animes a amasarla con tus propias manos o que optes por una base lista, lo importante es que sea crujiente y resistente a nuestros ricos ingredientes.
• Queso – Aquí es donde puedes dejar volar tu paladar. ¿Eres fan de sabores fuertes? Elige un curado. ¿Prefieres la sutileza? Un queso más suave será tu aliado. ¡Tú decides!
• Panceta – No te conformes con cualquier panceta; busca una que prometa convertirse en pura delicia crujiente al contacto con el calor del horno.
• Huevos – Frescos, por favor. Son el secreto para una salsa sedosa y llena de sabor.
• Nata – A los puristas les oirás decir que no, pero yo te digo que sí. La nata es el toque mágico para una carbonara cremosa. Y si no te convence, ajusta la cantidad a tu gusto o, ¿por qué no?, déjala fuera.

Preparación de la masa: ¡una base crujiente y deliciosa!

Vamos a preparar la base perfecta para nuestra deliciosa pizza carbonara. Sé que puede parecer intimidante amasar tu propia masa, pero ¡te aseguro que es más fácil de lo que piensas! Además, el sabor y la textura de una masa casera son incomparables.

En mi caso, recuerdo cuando mi abuela me enseñó a hacer masa de origen italiano. ¡Fue una experiencia inolvidable! Aprendí que los ingredientes clave son la harina, el agua, la levadura y una pizca de sal. La harina le da la consistencia a la masa, el agua la hidrata y la levadura es la responsable de su esponjosidad.

Así que, ¡manos a la obra! En un bol mezcla 5 g de levadura seca de panadería con 160 ml de agua tibia y 1 cucharadita de azúcar.  Espera unos minutos y verás que empieza a espumar. Es el momento de juntarlo con 250 g de harina y 1 cucharadita de sal.

Empieza a amasar. ¡No te preocupes si se pega un poco! Es parte del proceso, pero al  final debes tener una bola uniforme y suave que no se pega en tus manos. Si es necesario, añade más harina.

Una vez que tengas una textura suave y elástica, déjala reposar durante 1 hora para que la levadura haga su magia.

Tras el reposo, volverás a amasar durante unos minutos para eliminar posibles burbujas de aire. ¡Y listo! Ya tienes una base crujiente y deliciosa para tu pizza carbonara.

¡Prepara el topping más delicioso para tu pizza carbonara!

¡Olvídate de los tópings aburridos! La combinación perfecta de huevos, nata y queso, junto con la panceta crujiente, hará que cada bocado sea una auténtica delicia.

Recuerdo cuando preparé esta pizza por primera vez para mis amigos. ¡No podían creer lo delicioso que era el topping! La clave está en utilizar ingredientes de calidad y no tener miedo de experimentar con diferentes variedades de queso.

Si no tienes nata a mano, no te preocupes. Puedes sustituirla por leche evaporada. El objetivo es conseguir una textura cremosa y suave que se funda en la boca.

Montaje y horneado de la pizza

¡Ya estamos listos para dar el toque final a nuestra pizza carbonara!

1. Primero, extiende la masa en una superficie enharinada hasta obtener el grosor deseado.
2. A continuación, añade el topping preparado anteriormente. ¡Recuerda que la clave está en no excedernos para que la base quede crujiente!
3. Una vez que hayamos distribuido el topping uniformemente, es hora de hornear nuestra pizza.
4. Precalienta el horno a 225°C durante al menos 15 minutos. Esto asegurará que la base quede perfectamente crujiente.
5. Hornea durante 12-15 minutos, o hasta que la masa esté dorada y el queso se haya derretido y gratinado.
6. ¡Solo queda sacarla del horno y dejarla reposar durante unos minutos antes de cortarla y servirla!

¡Buen provecho!